Un nuevo megaproyecto industrial propuesto por AES Andes, una filial de la empresa estadounidense AES Corporation, amenaza los cielos oscuros y claros del Observatorio Paranal de la ESO (European Southern Observatory), ubicado en el desierto de Atacama, Chile.
Este observatorio es considerado uno de los mejores del mundo para la investigación astronómica debido a su estabilidad atmosférica y la falta de contaminación lumínica. La construcción de este complejo industrial, que se situaría a solo 5-11 kilómetros del observatorio, podría generar contaminación lumínica irreversible, alterando así las capacidades de observación y poniendo en riesgo futuros avances científicos, como la construcción del ELT (Extremely Large Telescope), el telescopio más grande de su tipo en el mundo, que está siendo desarrollado por la ESO.
La única forma de evitar este daño irreparable sería reubicar el proyecto a otro lugar que no amenace este invaluable recurso natural y científico.
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